sábado, 24 de febrero de 2018

Juan Felipe Forero, de Colombia, vive en Alemania, escritor Estudió Filología Inglesa



¿A quién odias, Dani? Una novela de un 'criterioso' joven escritor, que  habla sobre la vida de un estudiante quien no quiere convertirse en psicópata, al mismo tiempo que cree llevar al psicópata asesino dentro.
 Rodeado de extraños sucesos, personajes muy reales, otros muy delirantes, dañinos o protectores, todos se vuelven parte de una desopilante historia que tiende a destruirse a sí misma o incluso al lector.
 Empecé leyendo capítulos de a uno y terminé devorándolos para entender el final. Es el tipo de literatura que, en apariencia, es liviana y sin consecuencias, pero que deja ese bichito de intriga mental: Y si…

¿Qué puede hacer un muchacho que anhela ver cabezas despedazadas, cuerpos de suicidas, sangre desparramada de aquellos que odia?
¿Dónde puede llevarlo el destino cuando se enamora de una chica comprometida con un joven ‘perfecto’?
¿A dónde lo llevaran sus pasos cuando entienda que vive en una fantasía?
¿Cómo salvará al mundo cuando es la semilla de la destrucción?

Agustín piensa que puede hacer que la gente que odia o desprecia se suicide  y disfruta con esa visión, aunque después la culpa lo desespere.
“Veo al profesor arrastrándose por la fina baldosa de su cocina, acercándose al cajón donde guarda los cuchillos. Puedo verlo acercando sus desesperados dedos al cajón y tomando el mango de un cuchillo con fuerza. Y allí está, rasgándose la piel del cuello con el frío metal. Veo todo esto mientras escribo sobre la hoja que nos han entregado”

Forero es un escritor novel que plantea su novela de una forma muy madura. Ni bien comencé la lectura de “¿A quién odias, Dani? creí que iba a leer algo caótico, a poco entendí que el caos estaba en la trama y no en la escritura, en la mente del protagonista mas no en la del escritor.

Agustín-Dani se siente como un  Rey Midas:
“… y estoy allí junto a esa autopista y el sol ardiendo aun sobre nosotros. Es una cotidiana mañana del siglo veintiuno y entre mis manos ya no tengo ese vaso desechable, ya no está ese retorcido vaso de plástico siendo aplastado por mis dedos, tengo un pedazo retazo de oro.”

Personajes muy pintorescos como el profesor Abel que, por medio de sus cálculos busca una verdad última y que dice en un escrito:
-Predicamos la mentira desde nuestra infancia. Crecimos creyendo que somos la supremacía en la tierra, una fuerza en el universo. Ideas como que nuestra raza es la que se encuentra por sobre el resto de ido a nuestra inteligencia son las que cobijan nuestra estupidez. Es nuestra lógica la que cobijan nuestra estupidez. Es nuestra lógica la que nos convierte en idiotas- Palabras de Abel”


La historia es compleja y tiene elementos insólitos, pero Forero los ha hilado con pericia y precisión. Sus personajes se recortan muy bien en cada circunstancia y escena.

Además, por momentos, el autor es analítico y se hace preguntas con mucha honestidad. Algunos pasajes dan muestra de algunos de los conceptos que ha desarrollado:
 “La música es sólo eso, música. Es natural que nos guste, está en nuestro sistema. Y pues, queremos darle un significado, una identidad, porque también está en nuestra naturaleza dar nombre, dar significados a lo que sea. Somos adictos al control, o a la idea del control. Nos gusta denominar a las cosas porque les estamos culturizando, haciendo parte de nosotros. Así tenemos el poder sobre ellas. Así les brindamos humanidad. Como a nosotros mismos.”

Quiero agradecer a Juan Felipe Forero por enviarme su libro y dejarme entrar en su mundo.

He aquí lo que me respondió a lo que le pregunté:

¿Qué te inspiró a estudiar filología inglesa?

Para ser honestos, no estudié filología por pasión o algo parecido. Intenté estudiar Cine y Televisión, pero de los más de mil aspirantes que se presentan el examen cada semestre sólo admiten 25. Yo quedé en el puesto 43 que, aunque no es un mal puesto da igual porque en fin no quedé en el corte. Y debido a mi situación financiera no tenía otra opción que estudiar en una universidad pública, la Nacional, y ya que es la mejor del país es bastante difícil entrar. Afortunadamente en mi segundo intento, que fue filología, fui aceptado. Quizá lo que me impulsó a escoger esa carrera de la que nunca había escuchado, fue el interés por dominar otro idioma; salir a ver el mundo y mezclarme con más culturas.

Por favor, cuéntanos de tu vida...

Justo ahora disfruto de estar desempleado, ocupando mi tiempo en ser padre, esposo y un extranjero en una gran ciudad. He tenido varios trabajos que nunca han durado más de unos pocos meses. Mi primer trabajo oficial fue limpiando mesas en la plazoleta de comidas de un centro deportivo, si no estoy mal. Tenía como diesiete años, trabajé allí un día, ocho horas, y nunca más volví, ni siquiera para recoger mi cheque. Mientras estudiaba en la universidad trabajé como recepcionista en un gimnasio. Y después de ello me relacioné más con oficios cercanos a mi área académica: fui docente de inglés en colegios e institutos, y enseñé español a extranjeros que residían en Bogotá. En el 2012 viajé a Estados Unidos a trabajar por tres meses en un campamento de verano en Pennsylvania, donde conocí a quien sería mi esposa. La peor experiencia laboral que jamás he tenido fue trabajando en un Call Center como soporte técnico para clientes estadounidenses, quienes llamában histéricos a decirme que me iban a demandar a mí, a la compañía donde trabajaba y a todo el mundo con el que me relacionaba.
Ya puedo decir con más confianza que el trabajo más largo que he tenido es ser escritor. Aun no puedo sobrevivir con lo que gano de mis novelas (que es nada), pero haber ganado el Concurso Nacional de Cuento en mi país fue un gran reconocimiento. Me llevaron a un bonito hotel cinco estrellas en Cartagena de Indias, y organizaron esa ceremonia en un ostentoso teatro, toda la parafernalia, y eso cuenta de algo ¿no? En fin, ser escritor es más que ganar premios y fama.
Mientras busco un oficio más estándar, paso el tiempo escribiendo, y trabajando en contenidos para mi blog y mi canal de youtube.


¿Por que viajaste a Alemania con tu familia? ¿Piensas vivir alli para siempre?

Mi esposa es alemana, de Berlín, para ser más precisos. Y ya que la situación es más favorable en este lado del mundo hemos decidido quedarnos aquí con nuestra hija por el momento. Sin embargo, estamos contemplando la posibilidad de vivir en Colombia así sea unos meses el año que viene. Pues si bien Alemania es un país de primer mundo y estaciones del año, extrañamos el afecto y comportamiento fraternal de amigos y conocidos colombianos. No es que los alemanes tengan corazones de piedra, ni mucho menos, pero los colombianos son más expresivos y cercanos a sus familias, algo con lo que mi esposa y yo queremos convivir un rato.

¿Que hay en la historia de Dani- Agustín que tenga que ver contigo o alguien que conozcas?

Los paralelos entre el personaje de mi novela, Agustín, y mi yo de ese momento son similares en muchos aspectos. Así como Agustín, yo estaba estudiando en la universidad, y así como él, yo trabajaba como recepcionista (él en una academia de música, y yo en un gimnasio). Pero nuestras vidas y experiencias son completamente diferentes, así como nuestras familias y nuestra forma de expresar esa ira contra el mundo.
 Es cierto que con Agustín yo estaba filtrando ciertos sentimientos cursis que tuve en ese tiempo universitario, pero no quería expresarlos de la misma manera en que las novelas románticas lo hacen. El romance en la literatura tiende a ser rosa, lo empalagan con poesía, y lo colocan en un pedestal donde ese sentimiento es lo más importante en la historia, y en el mundo mismo. O bien los amantes terminan juntos en un final perfecto o el destino lo separa debido a una tragedia o porque la mamá de la chica escondió las cartas que su amado le envió cada día durante un año. Lo que quería con Agustín era en cierta medida burlarme de ese amor literario (superficial, cliché y sin mayor profundidad) que en verdad se trata de simples enamoramientos que no tienen nada que ver con amor real. Puede que te guste una mujer, pero eso no quiere decir que ella sea el amor de tu vida, tu alma gemela. Eso no quiere decir que el hombre con el que ella está en ese momento es un patán que no se la merece (como pasa en las novelas típicas y en el cine). Eso no quiere decir que si no terminan juntos tú no podrás ser feliz. Ni siquiera quiere decir que aquello es el acontecimiento más importante en tu vida. ¿Qué tal una historia donde mientras tú andas como idiota tras una chica que ya tiene al hombre perfecto, el mundo se esté acabando a tu alrededor? ¿Donde el amor no se trate de darse besitos, sino de ser capaces de ayudar a otro, así sea un desconocido, así sea mi enemigo?    
                  


Si en este momento Dani estuviera frente a tí ¿qué la dirías?

Es una pregunta difícil de responder teniendo en cuenta lo que le ocurre a Agustín (o a Dani) al final. Creo que me limitaría a entablar una conversación con él para descubrir qué tanto nos parecemos; si somos más similares de lo que yo esperaba, si podemos ser amigos. Claro, me mantendría a una distancia prudente, intentar no ofuscarlo y tener el menor contacto posible.

¿Qué es lo próximo a publicar?

Tengo dos novelas terminadas, otras dos comenzadas, y un montón de ideas desordenadas por doquier. Por ahora no creo que las autopublicaré. Estoy intentando seguir un camino más tradicional y publicarlas a través de casas editoriales. El mundo de la autopublicación es bastante duro y muchas veces con poca remuneración económica. Y si bien nos decimos que escribímos por amor al arte (art for art’s sake), no está mal ganarse algo de dinero haciéndo lo que más nos gusta hacer: crear historias. Procuro no preocuparme por ello, solo disfrutar de los placeres de escribir... ¡claro! Cuando las páginas no están intentando matarme.


Sinopsis:
La vida de Agustín Díaz está dividida entre su estudio, su trabajo como recepcionista, sus amigos que odia, las visitas que hace a un viejo profesor demente retirado, y su imaginación trastornada en donde todo el mundo se está muriendo. Desesperado por evitar convertirse en el psicópata que está atrapado en su interior, Agustín asume que enamorarse es la distracción perfecta para aplacar su retorcida cabeza. Pero va a descubrir que aquellos enamoramientos juveniles no son la cálida aventura que esperaba, que en vez de calmar la furia que lleva dentro, la va a desatar. Violencia, eventos sobrenaturales, cambios sin retorno, y romance, van a convertir la vida de Agustín en un infierno.

ASÍ COMIENZA:
Capítulo 1
Mi sombra no me sigue en verano.
Si esta fuera tu última noche con vida ¿qué es lo que harías?
Con todo ese alcohol recorriendo tu sistema te puedes desdoblar y dejar que tu cuerpo actúe solo, como un imbécil. El ambiente está desproporcionado y todos aquí están ebrios. Así que en realidad no importa lo que respondas a esta pregunta, en tanto te mantengas en el rango predeterminado de respuestas correctas.

Como cualquier otro encuentro social, éste tiene un protocolo a seguir, no importa si somos jóvenes anarquistas y rebeldes, hermosos y sin leyes; todos estamos regidos por estándares. Ni siquiera acá puedes sentirte libre; desde la ley de la gravedad hasta cuánto eres capaz de beber; aquí se espera algo determinado de ti. Sólo miren a la chica que nos hizo la pregunta: su ropa rasgada, el tatuaje debajo de su camisa que se revela levemente cuando se mueve, hace parte de una imagen elaborada por un sistema exterior.
Tienes a la locura como protocolo, y las obscenidades, el toqueteo, la música, la droga. Nuestro momento aquí está diseñado; el alcohol que ronda por cada mano, las charlas sexuales, las miradas insinuantes, los bailes eróticos, los borrachos felices. Nuestro deber es revolotear de alegría por nuestra autenticidad e indocilidad, porque somos los seres más especiales del planeta y nuestros padres no pueden entendernos.
Bebes una copa de vez en cuando y sueltas una blasfemia y así eres parte de la manada. En el momento indicado cuentas una anécdota sexual provocativa. Y si no tienes ninguna, te la inventas. Así funcionan estas cosas. No tienes que ser un genio para revolotear aquí.
Autor: Juan Felipe Forero
Novela: ¿A quién odias, Dani?
Página Web: jfforero.net.jfforero.com
Canal en Youtube: youtube.com/channel/UC4R_21JOJnVQWR53kWd0uyA





BIOGRAFÍA:
Juan Felipe Forero nació en Tunja, Colombia, en 1991. Vivió con su familia en varios pueblos del país, para finalmente arraigarse en Bogotá. Estudió filología Inglesa en la Universidad Nacional y ha trabajado como profesor de inglés en colegios e institutos privados. También trabajó en Estado Unidos como líder de grupo en un campamento de verano. En el 2014 fue uno de los ganadores del 8 Concurso Nacional de Cuento con su relato “Todos mis amigos están muertos” que fue publicado en la octava edición del libro Colombia Cuenta. Su primera novela, “¿A quién odias, Dani?” fue publicada en el 2015. Actualmente vive en Berlín, Alemania, con su esposa e hija.






Extracto del cuento “Un Gran Espectáculo” de JF Forero:



 La historia empieza con este tipo educado que lleva sombrero, saludando a tres monstruos que pasan de largo en bonitos vestidos. El tipo dice “esto es arte”. Sonríe y compra algo de comer para la función y sus hijos lo toman de las manos mientras el tipo les dice “apreciación”.
Y tú estás allí mirando al tipo, asientes y dices “sí, sí, sí. Arte”.
El caballero educado te dice “¿qué ha hecho el hombre desde que tuvo inteligencia? Conquistar y reinar. Buscar poder y matar. Matar. Le dejó claro a las otras especies que es él quien controla al mundo”.
Y tú le dices “Sí, sí, sí. Matar”.
Así como dijo alguna vez Julio César, “vine, miré, conquisté”.
Una mujer de pocas arrugas y bonitos ojos dice, “no se puede despreciar una tradición tan antigua como ésta. Va en nuestras venas”. La mujer sonríe y dice “la ignorancia hace a la gente decir estupideces”.
Tú estás allí. Estás allí junto a 14499 personas en la plaza de toros señalando a los toreros que conoces. Hace buen clima y se escucha ese bullicio de centenar de personas hablando a la vez, desde la distancia hasta aquí. Y tú dices, “sí, sí, sí. Estupideces”.
Así como dijo alguna vez Federico García Lorca, “el toreo es probablemente la riqueza poética vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo”.