viernes, 15 de septiembre de 2017

ISIDRO ITURAT, catalán vive en Brasil, prof. de idiomas, escritor.



Mis ojos ven el norte a través de tu nuca,
los tuyos otean sures, a través de la mía;
mi espalda son dos senos que incipientes despuntan;

cuatro pulmones se superponen, y ausculta
dos corazones que bombean en la misma
tórax y cuatro sierpes que en el vientre se acunan.

Llega mi sexo al norte, al sur el tuyo excita;

y el desplazarse es danza del aquí, y todo, y ultra.

                                                              Isidro Iturat


Acabo de leer Memento vivere, me pareció sorprendente.
Isidro no es de los escritores que escriben cada día, de hecho, publicó algunos libros y su producción se frenó.
¿Podríamos vaticinar que es el silencio que precede a la tormenta?
Porque Isidro Iturat es un innovador.
Creó una nueva figura poética, indriso, llenó con este tipo de poemas dos libros, también un ensayo sobre esta forma de escribir y editó una antología con poemas en idiomas diferentes de autores que escriben “indrisos”
De Barcelona, España, se mudó a Madrid y luego a San Pablo, Brasil, donde ejerce como profesor… para que él mismo nos diera su semblanza le hice algunas preguntas, he aquí sus respuestas:

ENTREVISTA a ISIDRO ITURAT


Por favor, cuéntanos un poco de tu vida de escritor:
Me crié en una ciudad costera cercana a Barcelona que se llama Vilanova i la Geltrú. Empecé a escribir en 1991, poemas y pequeños textos en prosa. En el año 2000 me fui a vivir a Madrid y en el 2001 ideé una forma poética a la que denominé indriso. Explicándolo de forma breve, se trata de un poema formado por dos tercetos y dos estrofas de verso único. Las composiciones que me empezaron a parecer adecuadas para publicar vienen a partir de ese año y fue en Madrid donde decidí que escribir poesía sería mi mayor propósito de vida. Empecé a ir a tertulias de escritores en los cafés bohemios -la que dejó más huella fue la de los poetas del Café Manuela, en la zona de Malasaña- y a aprender todo lo que, a mi juicio, pudiera hacerme mejor escritor. También por entonces estudiaba filología hispánica.
Entre el 2001 y el 2004 escribí un primer libro de indrisos, El Manantial y otros poemas, y un ensayo, Sobre el indriso, que establece las bases teóricas de la figura. En el 2005 me mudé a São Paulo, Brasil, y empezó una nueva fase literaria que culminó en un segundo libro de indrisos, Memento vivere (2014). También escribí un nuevo ensayo, Arte poética (2010), y publiqué la 1ª antología internacional de indrisos (2011), pues la figura se fue haciendo conocida y empezaron a surgir una serie de autores con suficiente calidad y número como para que fuera interesante crear esa antología, con gente de diversos países y lenguas.
Para ganarme la vida me definí primero como profesor de español y actualmente administro mi propia empresa de idiomas en São Paulo, actividades estas que también considero vocaciones.

¿Qué fue lo primero que recuerdas haber escrito? ¿A qué edad?
Lo primero que escribí con la intención de que fuera un texto estético fue un ejercicio que pidió una profesora de literatura durante la enseñanza media, a los dieciocho años. Este consistía en hacer dos descripciones de un olivo, una objetiva y una subjetiva. Lo entregué y me olvidé de  él, pero al cabo de unos días vino un compañero y me dijo: “Oye, ¿qué le has dado a la profesora, que les está enseñando un texto tuyo a todos los grupos? Uno de un olivo…”. Eso me dejó sorprendido y caí en la cuenta de cómo me había gustado escribir aquello. Y ahí empecé a hacer los primeros ensayos de poemas y de pequeñas prosas.


¿Quién te ha influido en tu vida literaria?
Entre las personas con quienes conviví cabe mencionar a mi hermano mayor, sin él saberlo. Mi padre tenía un taller de bicicletas en la que trabajamos varios hermanos. Yo trabajé en él de adolescente. Mi hermano cursó magisterio, dio clases en escuelas durante un breve periodo y luego las abandonó para dedicarse a administrar el negocio familiar junto a mi padre. Al lado de la tienda alquilábamos una casa vieja de varias plantas para usarla como almacén, vieja, oscura, llena de polvo, con muchos cuartos, y en uno de ellos guardaba los libros de su época en la facultad, mayormente clásicos de la literatura y la filosofía. Empecé a husmearlos y a leerlos, ahí empezó todo.
Con relación a obras y autores he probado ahora a hacer una lista limitada, y es curioso porque esto me ha llevado a notar mucho más algunas líneas que cruzan el tejido de la obra total y que antes no veía tan claras. Veamos… Entre los autores de poesía, Rubén Darío primero, luego Góngora, y más recientemente el Borges poeta; para la mitología, Ovidio; Octavio paz y Carlos Bousoño para la teoría literaria; Rafael de Balbín para la métrica; Carl Gustav Jung y Erich Fromm para lo psicológico; para la sociología, Zygmunt Bauman; la Biblia y el I Ching (el Occidente y el Oriente) para lo espiritual.

La gran mayoría de tus poemas tiene una métrica regular. En una época en la que los poetas escriben predominantemente en verso libre. ¿A qué se debe esto?
Bueno, primero tengo que decir que los poemas de mi primera época eran en verso libre, pero después de un tiempo haciéndolo la cosa me empezó a parecer monótona y ya me fui a leer el primer manual de versificación, para intentar nuevos registros.
Los primeros poemas con métrica regular me costaron muchísimo, pero cuando terminaba un poema y veía el resultado final, sentía que el esfuerzo valía la pena. Una cosa interesante que a mi juicio tiene componer con métrica regular es que los límites que impone la medida  producen un juego de tensiones que propicia el surgimiento de asociaciones insólitas de palabras e ideas. También, en un determinado momento en que tenía algunas decenas de poemas en verso libre decidí remodelarlos dándoles una métrica regular y la sensación que tuve fue que los textos se “oxigenaban”, se armonizaban. Pero lo que me llevó a entrar a fondo en esto fue algo que me dijo un poeta amigo mío de la tertulia del café Manuela. En la tertulia había un momento en que cada participante leía un poema y los otros lo comentaban y criticaban. Un día llegué con uno de mis primeros indrisos, que se llama El Agua, en versos alejandrinos, y el comentario fue este: “¿Por qué te metes a escribir con métrica, si no dominas el asunto?”. Ello me impactó y me dije a mí mismo “Es verdad, no domino el asunto…”, y que lo hice fue irme a la biblioteca de mi facultad, agarré todos los libros de métrica que encontré y seleccioné el que en el momento me pareció el mejor, que fue Sistema de rítmica castellana, de Rafael de Balbín. Lo leí, y empecé a ensayar todo ese repertorio de recursos formales.
Por otro lado, el trabajo con el indriso, el querer explorar a fondo sus posibilidades expresivas, me llevó desde entonces a ir probando la mayor cantidad de registros métricos que permitiera mi capacidad (ni que decir cabe que, cuando la métrica se usa bien, la intensidad emocional y la fuerza estética aumentan, no disminuyen), y esto ha producido que en mis libros haya una variedad de ritmos que de otro modo no estaría.
Sin embargo, el verso libre no ha dejado nunca de agradarme y lo práctico esporádicamente. Me gusta porque insertado en la obra total también ofrece un cambio de código. Ahora, en mi caso, lo que se ha revelado como una aventura estética muy, muy gozosa ha sido el trabajo con la métrica regular.


¿Qué temas son tus preferidos? Y ¿cuáles géneros has incursionado?
Para la expresión literaria, mi género es sin duda la poesía. Luego la teoría literaria, que refuerza el primero.
Con relación a los temas -y motivos- y también para conocer las posibilidades del indriso he intentado diversificar al máximo el abanico de posibilidades. Así, he abordado motivos triviales y trascendentes, graves y humorísticos, yendo desde lo concreto y el mundo inmediato a lo abstracto y surreal, al poema intelectual, sensual, sentimental y espiritual. Aunque para hacer esto pienso que el indriso ha sido, al igual que en el plano formal, un vehículo que ha servido sobre todo para enfocar la energía.
Concretando algo más sobre los temas, puedo decir que, por ejemplo, en el primer poemario, El Manantial y otros poemas, predomina el tema amoroso con un buen énfasis en lo erótico festivo, que me divierte mucho y siento que se ha abordado poco en la tradición literaria en español. En el segundo poemario, Memento vivere, el amor también está intensamente, pero digamos que la obra gravita más hacia lo filosófico/metafísico.

¿Y este otro libro, Arte poética, puedes hablarnos un poco de él?
Arte poética es un ensayo donde me propuse resumir las ideas y recursos prácticos que creo más necesarios para escribir poesía. El primer motor para escribirlo fue el miedo. Lo pensé en un momento en el que me puse a mirar atrás, a revisar los conceptos sobre poética aprendidos a lo largo de los años, y me atemorizó pensar que si, por ejemplo, la vida me llevase a un periodo largo sin poder escribir, mucho de eso se perdería, pues además esas ideas estaban en fuentes dispersas, en libros que en algunos casos ya ni tengo. El corpus del texto tiene tres partes principales: Adquirir conocimento, La introspección y Trabajar el texto, mas un pequeño apéndice: Algunas claves de la fascinación poética.
Cabe decir que justo ahora estoy en una situación de larga inactividad… no he escrito literatura desde el 2014. Habrá que ver qué trae el futuro.



ISIDRO ITURAT (Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, 1973). Escritor y profesor de español para extranjeros, reside en São Paulo, Brasil, desde el año 2005.

En 2001 elabora la figura poética que recibe el nombre de indriso y que constituye el núcleo de su producción literaria.

Ha escrito dos poemarios que cultivan esta figura: “El Manantial y otros poemas” y “Memento vivere”, además de editar la “1ª antología internacional de indrisos” (selección de autores de indrisos en varias lenguas).

De entre sus escritos en prosa vale destacar los ensayos “Sobre el indriso” y “Arte poética”.

La mayor parte de su obra está disponible de forma íntegra en la web “Indrisos – Isidro Iturat” (http://isidroiturat8.wix.com/indrisos).

También diversas webs literias están ofreciendo secciones para la publicación de dicha figura, como por ejemplo la brasileña “Recanto das letras” (http://www.recantodasletras.com.br/).

Poesías:

BABEL



Arquitectaron por eones,
erguiendo las plantas en in-
finitas circunvoluciones,

y las mentes de sus peones
doblegaron crueles. Decían:
“¡Del cielo somos anfitriones!”.

Y al caer, retornaron a

las lenguas de los cromañones.

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LUNA MENGUANTE
.
.
El centauro se asoma por la ventana
y la mujer dormida está hablando en sueños.
Llora y ríe, porque un centauro la rapta.

Cabalga en su sueño la mujer dormida,
cabalga en su sueño y es cabalgada.
En la selva, nadie la oye cuando chilla.

Llora y ríe como nunca en su vigilia.

El centauro la mira… por la ventana.



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GRACIAS ISIDRO !
por dejarnos entrar en tu mundo de poesía.
Mónica Ivulich, para Revista GUKA

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